La confesión más difícil
A cuantos nos ha pasado que cuando tenemos que confesarnos, ya sea por es mucho tiempo que no lo hacemos o sea por el inicio de un retiro o un tiempo fuerte como adviento o cuaresma, nos encontramos con que no sabemos que confesar. Bueno ahora sabrás que hacer en esos casos.
La confesión más fácil
Uno lo primero que suele hacer es pensar: "¿qué cosas malas hice?.
-mmm, robar,
-bueno no he robado ningún banco,
-¿asesinatos?,
-ninguno,
-¿atentados terroristas?,
-tampoco,
-¿violaciones?,
-menos.
Entonces nos damos que las cosas malas en fin, ¡Si, si son fáciles de confesar! Así que es hora de llevar tu examen de conciencia al siguiente nivel ¿estas listo?.
La confesión más difícil
Cuando queremos evaluar como nos está yendo en los estudios, recurrimos tal vez a la plataforma web de la universidad o colegio y vemos nuestras notas. Si un taekwondista quiere evaluar su mejoría y trabajo en el deporte que practica puede inscribirse a un torneo y ver que puesto termina y a simple también se puede hacer una evaluación rápida observando el color de su cinta.
Así mismo cuando queremos evaluar como está nuestro corazón o nuestro avance espiritual, recurrimos al famoso examen de conciencia.
El examen de conciencia según grandes santos como, Santa Catalina de Siena o San Juan de la Cruz debería hacerse al menos una vez al día y lo óptimo varias veces al día y claro como hemos dicho antes, lo primero que evaluamos es las cosas que hicimos mal.
Lo que muchas veces dejamos de lado y te aseguro que es lo que más puede avergonzarte es lo bueno QUE NO HICISTE o hiciste a medias.
Te dejo varias preguntas que puedes hacerte:
1.- ¿Cuando ha sido la última vez que le he dicho a mis padres que los amo?
2.- ¿He estudiado lo suficiente o solo lo necesario? Es decir ¿soy un mediocre, en que mas estoy siendo mediocre?
3.- ¿He intentado mejorar mis relaciones con las personas que me llevo mal o me he quedado de brazos cruzados?
4.-¿tienes algún pendiente hace mucho tiempo? Puede ser tal vez tu tesis que hace años no terminas, tal vez el mucho tiempo que no visitas a tus padres. Tal vez has pensado independizarte y hasta ahora no buscas trabajo. ¿¡Cuando por fin vas a buscar trabajo! ?
5. - ¿quieres cuidar el medio ambiente? Entonces ¿cuando vas a llevar por fin tus desechos a un centro de reciclaje?
6.-¿cuando vas a hacer ejercicio?
7.-¿cuando vas a sacar tiempo para esa amistad que estás dejado morir?
8. - ¿hace cuanto no haces un obra de caridad sincera?
9.- cuando ha sido la última vez que has buscado información edificante en YouTube o tal vez libros?
10.-¿cuando piensas al fin inscribirte a la universidad o a esos cursos que hace tiempo sabes que necesitas?
11.- tienes un amigo que sabes que esta en problemas o algo esta haciendo algo malo, ¿cuando tendrás el valor de corregir o por fin ayudarle a superar su dificultad?
12. - ¿ahorras o te gastas hasta el último centavo?
13.- ¿has buscado acompañamiento espiritual para tu relación de noviazgo?
14.- bueno ya tienes una idea, puedes formular más preguntas.
Estos son los pecados que llamamos de omisión, ¿te imaginas a ti contándole estos pecados al sacerdote? En definitiva esta más difícil que el clásico "padre he mentido mucho" aunque eso no significa que no tengas que confesar también esas mentiras y todas las cosas malas.
Un buen confesor
Por último te recomiendo que busques un sacerdote confesor fijo y que tenga un especial llamado a la confesión, eso lo sabrás por los comentarios de tus amigos y también por que los buenos confesores suelen confesar a muchas personas todo el tiempo ya que tiene un carisma especial. ¿Te has dado cuanta que hay sacerdotes que rara vez confiesan a alguien? Eso no es por que sus confesiones sean malas o no sirvan, si no por que la confesión no es su más importante llamado.
Ya es hora de que subas el nivel de tus exámenes de conciencia y de tus confesiones, verás que en poco tiempo tu vida espiritual se ira haciendo más desafiante y emocionante.

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